lunes, 25 de octubre de 2010

UNA FIESTA, UNA DEVOCIÓN...UNA VIDA


Qué grande es el mundo del toro, qué buena gente la que formamos esta gran familia, desde el primer taquillero hasta la figura más grande del toreo, desde ese novillero que recibe una cornada en una plaza portátil o esa Noelia Mota valiente que afronta la vida con esos futuros triunfos hasta Jose Antonio Morante Camacho que es aclamado por sus seguidores. Una manoletina, una chicuelina, una larga, una cambiada, una bernardina, un...yo que sé, bueno si lo sé, un olé por la Fiesta, un olé por Herencia, esa Herencia taurina, esa Herencia que llena su plaza y que ama esto.

Acaba la temporada, pero no muere el toreo, el toreo renace porque es creación, y como toda creación volverá a repetirse un año, y otro, y otro, y morirá, y nacerá de nuevo, pero volverá a repetirse. Sí, esas banderillas de Morante en Jerez, ese Padilla que está a las DURAS y también a las maduras, aunque éstas últimas sean menos, ese Cid reencarnado en un novillero que se hace llamar Manuel Jesús Cid Salas, ese Juanito Mora que "aroma" a la calle de Alcalá, esa Noelia que es la otra cara del toreo, ese Ventura que alcanza el número perfecto en la del Príncipe, ese...y ese y ese, y tantos, y tantos que luchan, VOLVERÁN A REPETIRSE...Esto es demasiado, esto hay que expresarlo, y esta es nuestra manera: toreando a la vida y sacando nuestra arma más preciada que es el respeto. ¿Y TÚ, TE APUNTAS A ESTO?

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