Otra temporada nos espera, quizá en algún momento de ella nos inunde esa emoción "abarca-todo" y digamos ser la más bonita de nuestra vida, pero al fin y al cabo, esto es lo mismo. Sabemos que empezará la cosa en la Magdalena, en Fallas se verán los primeros destellos de toreo caro, La Maestranza sólo dará en abril la llave de su Puerta del Príncipe al que de verdad se la gane, el san Isidro de los valientes y donde se ven los toreros (y los toros)de verdad llenará nuestras ilusiones durante algo más de un mes, lo suficiente hasta llegar a la Feria de Fogueres de Alicante, primera de las ferias del caluroso verano. El santo obispo más famoso en Navarra acogerá el toro serio, elegante, bien presentado y las ganaderías lo volverán a demostrar en las Corridas Generales de Bilbao allá por mediados de agosto, pasando así el relevo a los novilleros en su mes, el mes de septiembre, donde tomarán suma importancia los cosos de Algemesí, Arganda del Rey y Arnedo, donde se acogerán estos festejos menores. En Murcia, Albacete y Salamanca se estarán disputando por entonces unas orejitas que valen para repetir la próxima feria. Nuestro pueblo dará entonces algún que otro festejo (ojalá pudieramos hablar de una feria), al par que se esté celebrando en Madrid y Sevilla la Feria de Otoño y la de San Miguel, respectivamente. Pero la resaca la trae la Pilarica, donde la plaza de la Misericordia pone su cubierta para acoger alrededor de veinte importantísimos festejos donde se ven los frutos de una temporada, estoy seguro, dará mucho que contar en las peñas.
Y como siempre, les doy mis apuntes que espero no olviden y los recuerden toda la temporada. Apunten a un clásico Juan Mora, la vieja gloria ( que no gloria vieja) que viene arreando en sus años de madurez, de nuevo tengan cuidado con Juan del Álamo, sí, ese "nuevo Viti" que viene de Salamanca a demostrar que los charros tienen algo que decir en la calle de Alcalá en Madrid. Y por favor, nos ha dado muchas tardes de arte, también muchas de almohadillas, pero sigan haciendo caso a ese señor de la Puebla del Río que posee un capote mágico tintado e hilado con eleganciay perfume de artistas. Nada más, disfruten de algún que otro muletazo, que esto "es mu grande".
Javier Fernández-Caballero Díaz-Meco
